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La aventura

EVALUACIÓN DE LA ASIGNATURA

EL GRAN PUZZLE

Comenzaba la asignatura de Formación con un anuncio en un periódico de la zona, en un país al que acababa de llegar y voy a terminar evaluando cómo se ha desarrollado esa estancia en él. Comentaba que me había decidido a realizar los estudios de pedagogía los cuales llevaba tiempo dándole vueltas a mi cabeza con la intención de hacerlo, y por distintas razones (trabajo diario como docente, hijos, y uno de ellos con discapacidad que me exigía mucha dedicación) no lo había llevado a cabo. Y es, tal vez el problema de mi hijo y mi trabajo mencionado lo que me hace retomar con más fuerza y coraje la decisión de meterme de lleno y abordar los estudios de psicopedagogía.

Para mí la asignatura es como un gran puzzle. La profesora nos ha dado las piezas para ir componiéndolo desde unas pautas muy definidas y así cumplir su objetivo de estudio: la formación inicial y permanente del educador profundizando en él y su papel en los procesos de innovación, al mismo tiempo que inquiriendo en la propia persona sus creencias, sus valores, sus hábitos, los supuestos y las formas de hacer; partiendo desde una línea de aprendizaje significativo y participativo a la que no estaba habituada cuando yo estudiaba aunque, de una manera intuitiva, sí la había puesto en práctica puntualmente en algunos momentos con mis alumnos pero, eso sí, sin seguimiento.

Pocas o ninguna, aunque siempre es bueno renovar para mejorar, serían las cuestiones a mejorar. Destacar que la profesora continúe transmitiendo desde ese saber hacer, saber estar y con las cualidades que posteriormente enumeraré su práctica educativa dotada de una total libertad, creando ilusión y potenciando valores entre otras. Hemos realizado ese gran puzzle partiendo de los dos módulos: uno sobre el educador como agente de innovación y el psicopedagógico como asesor desde la cultura de la colaboración y la práctica reflexiva tanto desde la enseñanza formal y no formal, siendo muy coherentes dado que, en el futuro unos y, en el presente otros, nos será de gran utilidad.Ya lo he comentado anteriormente que de los contenidos no sería necesario quitar nada pues han sido bastante completos para el desarrollo de la práctica docente, sí añadiría poder seguir manteniendo distintos encuentros para no desconectar con el desarrollo de la  tarea docente y seguir evolucionando en esas mejoras posibles.

La metodología empleada, desde mi punto de vista ha sido muy útil al crearme firmes expectativas. El considerar el aula como espacio de encuentro y trabajo entre el docente y los alumnos, sobre todo como eje de reflexión, análisis y construcción cooperativa del conocimiento de una manera totalmente práctica y participativa además de reflexiva, implicándonos a los alumnos para ser coherentes con lo propuesto en sus distintas argumentaciones, profundizando, aclarando los conceptos expuestos y desarrollando distintas estrategias.Cuando he tenido que realizar diarios reflexivos y llevar a cabo mis reflexiones personales me ha ayudado bastante disponer de la mayoría de la bibliografía,  de todo el material proporcionado y las distintas lecturas recomendadas para la interiorización de los conceptos.

En la lectura de “Cartas a quien pretende enseñar” de Paulo Freire,  en su cuarta carta recojo: “Es viviendo  -no importa si con deslices o incoherencias, pero sí dispuesto a superarlos- la humildad, la amorosidad, la valentía, la tolerancia, la competencia, la capacidad de decidir, la seguridad, la ética, la justicia..., como contribuyo a crear la escuela alegre, a forjar la escuela feliz. La escuela que es aventura, que marcha, que no le tiene miedo al riesgo y que por eso mismo se niega a la inmovilidad, [...] se adivina la escuela que apasionadamente le dice sí a la vida”.  Aquí podemos encontrar las cualidades necesarias para la práctica educativa progresista. Leyendo esta carta me recordaba de Cecilia; no me gustaría que esto se mal interprete, pero a mí me parece así y, por tanto me gustaría tener el valor de poderlo decir sin parecer que estoy haciendo ejercicio de adulación.

No puedo ser sistemática con respecto a las horas dedicadas a la asignatura, he dedicado mucho tiempo los fines de semana realizando las lecturas de cada tema, reflexionando y ordenando mis ideas junto con lo trabajado; en clase he aprendido igualmente de las buenas aportaciones de los compañeros, para después reflejarlo en el diario reflexivo; también he dedicado bastante tiempo durante los dos días de la semana que no tenía clase. Creo realmente que al final del trabajo realizado ha merecido la pena.

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