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La aventura

CONSTRUYENDO EL APRENDIZAJE

CONSTRUYENDO EL APRENDIZAJE

 

 

 

El niño no es una botella que hay que llenar

Sino un fuego que hay que encender

Montaigne

 

 

Para realizar la reflexión del siguiente bloque parto de las recomendaciones que me hace la profesora y que no son otras sino que debo interconectar mi práctica educativa con las distintas teorías. Por ello voy a presentar esta práctica que realizo con mis alumnos y seguiré el consejo dado intentando encarnizar la teoría con la práctica, sin miedo y comprometiéndome a mostrar las dificultades halladas con la tranquilidad de que si me equivoco, cosa de lo más natural, aquí estoy para aprender de mis errores, filosofía que trato también de inculcar a mis alumnos. 

 

Para que ellos vayan construyendo el conocimiento sobre Geometría; utilizo cada curso un problema ya propuesto por Emma Castelnuovo a sus alumnos de Níger y que pude descubrír a través de una conferencia dada por ella.

 

<< Supongamos que tenemos una cuerda como la que se muestra en la figura superior y de una longitud dada (40 cm. por ejemplo), unida por los extremos. Con dos dedos de cada mano podemos formar tantos rectángulos como queramos. Evidentemente todos tienen el mismo perímetro aunque cambie la altura y la base pero, ¿tienen todos esos rectángulos el mismo área? >>

 

La primera consideración que nos hacemos es tener presente que se trata de uno de los muchos ejemplos que demuestran que las Matemáticas no son muy democráticas: si hacemos una encuesta con la pregunta anterior, una amplia mayoría de los alumnos contestará afirmativamente, y además se suelen cargar de razón con argumentos tan “evidentes” como: si tienen el mismo perímetro todos los rectángulos es obvio que tendrán el mismo área. Sin embargo, observarán y comprobarán que no era tan obvia la respuesta. Con esta práctica quiero resaltar la idea que se tiene de los conocimientos previos desde la perspectiva de la enseñanza.

 

Los conocimientos previos no pueden tratarse como una cuestión más o menos anecdótica o como algo que tener en cuenta tan solo de manera puntual al principio de un determinado proceso. Sin embargo, es importante considerar que los conocimientos previos y los esquemas en los que se encuentran organizados no son el único bagaje con el que se afrontan al aprendizaje los alumnos.

 

Durante las cuatro últimas décadas del Siglo XX, la investigación sobre la enseñanza y el aprendizaje en el aula ha experimentado profundas modificaciones en sus planteamientos teóricos y metodológicos. El estudio de la enseñanza y el aprendizaje como dos entidades separadas (Shuell,1983) ha ido derivando hacía un interés creciente por el estudio del aprendizaje que surge de la enseñanza, o por el estudio de la enseñanza que promueve el aprendizaje; es por lo que el aula ha ido adquiriendo relevancia teórica y práctica, primero teniendo en cuenta algunos elementos del contexto, después convirtiéndose en el foco mismo de la indagación y de la intervención.

 

En mi práctica educativa he ido pasando por distintas etapas: en la primera llevada por las teorías conductistas, donde reflexionando sobre estas prácticas educativas me surgían las mismas preguntas: ¿cómo aprenden mis alumnos?, ¿porqué aprenden cuando aprenden?, ¿porqué a veces no consiguen aprender, al menos en el grado en que me había propuesto?, ¿qué puedo/debo hacer para que aprendan?, ¿qué quiere decir que aprenden?, ¿aprender es repetir, es construir conocimientos? Si es esto último, ¿qué papel juega la enseñanza en una construcción personal?, ¿qué es lo que se construye?, ¿qué papel debe atribuirse a los contenidos y a la escuela y, a la educación? La educación, no hay que tomarla como un conjunto de recetas, sino más bien como un conjunto de postulados que permitan, dentro de lo posible, diagnosticar, establecer juicios y tomar decisiones sobre la enseñanza. (César Coll y cols. 1993)

 

En las décadas siguientes cambié influenciada por planteamientos constructivistas de corte cognitivo, desde esa época a esta otra he recorrido un largo camino comprobando lo que hay de cierto en “caminante no hay camino, se hace camino al andar y al volver la vista atrás (...)”. Creo que el volver la vista atrás de mis prácticas educativas me hace valorar los logros muy importantes de esa época y poder así integrar las distintas teorías para afrontar los retos más inmediatos.

 

Desde un punto de vista psicológico es importante tener en cuenta la noción de desarrollo que la concepción constructivista entiende como un proceso mediado, modulado por la cultura en sus múltiples manifestaciones y escenarios; mediante las diversas prácticas educativas en interacción: no sólo en la escuela sino también en la familia, en comunidades de aprendizaje, en las organizaciones sociales, en los medios de comunicación, etc...

 

El aula como contexto o como sistema está formada por un conjunto de elementos: los alumnos, los profesores, los contenidos, las actividades de enseñanza, los materiales, las prácticas y elementos, etc., que se relacionan e interactúan entre sí, originando complejos intercambios y transacciones responsables del aprendizaje conformando todos estos elementos un triángulo interactivo.

 

El aula como contexto de aprendizaje ha reportado numerosos beneficios, pero no se encuentra exenta de riesgos. El riesgo que se corre es, sin lugar a dudas, el que conduce a contemplarla como un sistema aislado al margen de otros sistemas que inciden sobre ella de manera muy importante. El aula es un sistema con vida propia, aunque no autónomo, pues se encuentra inserto en una red de suprasistemas y sistemas paralelos que contribuye a configurar y a la vez la configuran. Cuando intento comprender los procesos de enseñanza y aprendizaje que se generan en mi aula, es  necesario ampliar el foco de indagación a los distintos niveles de configuración de las prácticas educativas.

 

Últimamente diversos factores han contribuido a despertar mi  interés por el contexto, o los contextos que encuentran, modifican y crean profesores y alumnos en el aula  y su repercusión sobre los procesos y resultados del aprendizaje de los alumnos. Entre todos ellos ocupa un lugar destacado la toma de conciencia de la complejidad del aula y la evidencia de que lo que en ella ocurre incide de manera importante sobre la enseñanza y el aprendizaje.

Los principales rasgos de las actividades que desarrollo con mis alumnos se caracterizan porque suceden muchas cosas (multidimensionalidad), y estas suceden al mismo tiempo (simultaneidad) y todas ellas muy rápidamente (inmediatez); continuamente suceden cosas inesperadas y no planificadas previamente (impredictibilidad), (Doyle,1983-1986) y todo lo que se hace en clase con los alumnos es público para el resto de participantes, influyendo todas estas características de forma decisiva sobre el contenido del aprendizaje y su presentación, sobre las expectativas, intereses y motivaciones de los alumnos y sobre qué y cómo aprenden los alumnos y sobre qué y cómo enseño como profesora...

 

Como conclusión puedo argumentar que la enseñanza y el aprendizaje no sólo es en el aula donde reside su potencial utilidad para mejorar la educación escolar sino más bien en su utilización reflexiva y crítica para construir las soluciones más apropiadas en cada caso.

 

 

4 comentarios

Petra -

Gracias Jaione y Ana, la que está aprendiendo y mucho de todos vosotros soy yo, me encanta leeros y además vuestras reflexiones me sirven para repensar la educación y, es de esperar, que con todo lo que estamos aprendiendo participativamente se benefice la escuela y todos los que la formamos. Es de esperar que con el marco de reflexión que estamos utilizando sobre el aprendizaje humano consigamos unos conocimientos eficaces y a la vez vayamos desarrollando todos juntos esa nueva cultura de aprendizaje.

jaione -

Hola Petri, estoy de acuerdo con Ana en que las experiencias de otros son siempre fuente de aprendizaje. Y siempre nos viene bien a los "novatos", aterrizar las teorías y engarzarlas con la realidad, para ver la conexión entre teoría y práctica.
Me anima ver, que aunque no es lo habitual, hay todavía docentes con inquietud por mejorar su práctica educativa y las condiciones de aprendizaje de sus alumnos.

Ana -

Hola Petri
¡Que gusto leerte! aprendo un montón conociendo las experiencias de las que llevais tiempo trabajando y reflexionando sobre lo que haceis. Me ha gustado la descripción de tu proceso de "reflexión-acción".
Muchas gracias

Ana Belén -

Es muy bueno que reflexiones sobre tu propia práctica